Sobre Túbal
Cuenta la tradición, que Túbal-Caín, fue el primer herrero de la historia, domesticador del fuego y padre de los forjadores. Golpeando el yunque, con el ritmo cadencioso de los martillos, creó la música. Fabricó después siete campanas de diferente espesor que, golpeadas con címbalos, dieron lugar a nuestra escala musical.
Fundó además ciudades y entre ellas, la muy ilustre de Tafalla a la que trajo el dominio de las llamas de los fogones, el poder sobre los metales de las marmitas y la armonía de las músicas edénicas.
Miles de años más tarde, Demetrio y Ascensión iniciaron la saga culinaria del Túbal en un pequeño establecimiento para el que recuperaron el nombre del patriarca fundador. Una de sus hijas, Atxen, heredó de sus padres, y tal vez del mismísimo Túbal, la destreza en el arte de dominar el fuego bajo las marmitas y en el corazón de los hornos y de los fogones.
Tuvo dos hijos, Beatriz y Nicolás a los que supo trasmitir, en grado superlativo, el buen gobierno del negocio hostelero y su amor por las artes de la cocina.
Disfrutemos pues de estas felices circunstancias, de su incomparable mesa y, si hay suerte, de las no menos admirables dotes musicales de la singular Atxen que, por si fuera poco, heredó también del viejo herrero los secretos de la escala musical y de los cantos edénicos.